LA EXPROPIACIÓN DE VICENTIN QUE NO FUE

29.06.2020

El pasado 8 de junio, se anunció la intervención de la empresa Vicentin por 60 días y la posible expropiación por parte del Estado, tras entrar en concurso preventivo de acreedores. Tema que removió la tierra en todas sus formas y prendió las alarmas en los sectores opositores, falta que se levante la Iglesia católica y estamos como en el '55. 


Por Santiago Villarreal


Desde entonces, comenzó el show mediático: más de quince programas de televisión debatiendo sobre el tema las 24/7; prendes la radio y escuchas lo mismo. Tenes de todo: desde el discurso de odio -en su mayoría, los que después te hablan de la grieta-, hasta aquellos que tratan de informar y cumplir con la labor periodística, como debería ser. La misma problemática aparece en un conjunto de medios pero en los diarios, particularmente, vemos algunos hechos que invitan a la reflexión de lo importante que es ser responsable a la hora de difundir las noticias de algún acontecimiento, que debe conocer la audiencia en general. Así, inició la bataola por parte de ciertos medios hegemónicos, lanzando contrafácticas sin evidencia alguna, incitando a la violencia y el levantamiento de un sector enfurecido que, no solo se manifestó por la decisión del gobierno sino que aprovecharon la ocasión para exponer su descontento con otras cuestiones. El paquete contenía: "defensa de la libertad, de la Constitución, del Comunismo-, Soros, no queremos ser Venezuela *expropiese*; diKtadura, la cuarentena es una mentira"... bla-bla-bla, entre otras. Cualquier similitud con los twett de Laje, Milei, Boggiano, Madorni, no es pura coincidencia. Sí, los mismos que cerraban la jeta mientras se fugaban miles de palos verdes en nuestras caras, pymes quebraban, crecía el desempleo y la pobreza, y que hoy se muestran como firmes contrincantes y generadores de opinión pública. Vofi.

Entonces, me pregunto: si tanto les molestó cual determinación, ¿Por qué no se enojaron hace menos de un año atrás, cuando Vicentin recibía de 10 a 28 créditos por mes? Porque si bien el endeudamiento de la empresa con los bancos lo viene acarreando hace años pero con el macrismo se intensificó en volúmenes inconmensurables, superando los límites a los que podía acceder de acuerdo a las normativas fijada por el ente regulador para las grandes empresas. Acá no se trata de echar culpas, sino de dejar en claro las cosas como son.

Los múltiples créditos otorgados de forma descontrolada en la gestión de González Fraga entre 2015 - 2019 al frente del Banco Nación Argentina (BNA) evidencian el mal manejo de las reservas. Sin embargo, la empresa obtenía la refinanciación que requería sin hacer las cancelaciones previas. Memorándum, cualquier persona X, que trata de gestionar un crédito le piden miles y miles de papeles, garantías y otros requisitos -como sabemos-, depende de tu condición socioeconómica que te lo den -no se trata de una comparación entre una empresa que factura en el mercado interno y externo, y una familia "tipo" que con dos sueldos posiblemente lleguen a fin de mes, pero ¿No te hace ruido?

Valga la redundancia, que por ese entonces seguía girando tarasca el Fondo Monetario Internacional (FMI) al país y es a fines del año pasado que se conoce que la deuda de Vicentin es de 1.350 millones de dólares con los bancos tanto con el nación -principal acreedor- como con los privados, en definitiva, con el Estado. *inserte su propia teoría conspiranoica de donde fue a parar esa plata*. Mientras tanto, cabe decir, parte de eso tambien es tuyo, lo que pagas con los impuestos, más bien, tus impuestos. Suena tosco decirlo, cuando de la otra parte escuchas con cinismo repetirlo. Te organizas, sacas tu autito, te haces un banderín y salís a defender a unos tipos, que estaban dejando de pagar sueldos a empleados y más de 2.600 pequeños productores. El colmo de los colmos es que te enojas con el gobierno, cuando con quien te deberías fastidiar es con ellos, con los hambrientos de poder que es dónde está la brecha, pero por lo visto, ni te mueve cacerolear a las 9 de la noche....

Vuelvo a interpelar sobre el discurso de la meritocracia, el que tanto escuché enarbolar en estos últimos años. Podría enumerar una lista de frases hechas pero vamos con el común denominador entre las más oídas: "el que no trabaja, es porque no quiere" - "a mí nadie me regaló nada, yo me lo gané haciendo mi propio esfuerzo". Ante esto, mi respuesta va a ser siempre la misma: no tengo ninguna duda de que te lo ganaste, pero ¿Qué pasa con esa gente que se queda sin fuente de trabajo? ¿Sin generar ingresos? Como consecuencia, sus ejecutivos no quieren pagar los haberes mensuales. ¿Hizo menos esfuerzo que vos? Sueldo del laburo generado con fuerza de trabajo, a cambio de una remuneración que no es ni el mínimo correspondido pero ese es otro tema y al que debería dedicarle varias páginas más. Aclaremos de antemano, para dejar de lado las malas interpretaciones, que esto no tiene nada que ver con la cuarentena. Estos atropellos los vienen acarreando los trabajadores de la industria desde el año pasado, es decir, lo que conocemos, pero vaya a saber si no es desde antes. Agrego algo mas: Vicentin no son sus dueños y directivos, esos solo son los que "cuando las papas queman", despiden gente o dan a la quiebra. Hace unos meses, cuando se le cayeron los negocios con el Estado -la gestión anterior-, declararon el stress financiero y el cese de pagos.

En conclusión, ni pensaron en los otros. Pero, ¿Cómo puede ser? Si en junio de 2019, la revista "Mercado", en la edición de "Las Mil" empresas que más facturan, ubicaron a Vicentín en el número 7... Acá hay gato encerrado. Que hoy sea una de las empresas líder en nuestro país y en retrospectiva, que haya consolidado su expansión en el mercado internacional hace más de 60 años, se debe en su totalidad a las y los trabajadores que ponen el lomo día a día.


¿SOMOS VENEZUELA?

Desde hace más de 6 años -al día de la fecha-, se escucha el mismo discurso predecible de "parecernos a Venezuela" a tal punto que resulta inverosímil que multitudes repitan lo mismo, como loritos. La perorata se reitera en todo el mundo. Si, en todo. Lo reprodujeron en infinitos medios técnicos posibles tantas veces, que hasta incluso me queda chico la palabra "tantas" para describir lo semejante. Fíjate vos como es la cosa, ¿no?

Tal vez, hay infinitas posibilidades de definirlo pero no hay verdades -hay construcciones e interpretaciones pero lo real, no existe como tampoco la objetividad-; lo que empezó como un juego, terminó siendo la construcción de un monstruo que vino para quedarse y que se fue construyendo, y acechando terrenos. El monstruo, es ese edificio tejido de "verdades absolutas" -en la ironía- y que hoy ocupa un lugar central en cada charla, debate y espacio. Se hizo carne. El terrible imaginario co-habita con un nosotros hasta el hartazgo. Y sí, ganó con falta envido y 33 de espada. Aún así, genera cierta controversia hablar sobre algo de lo que no sabemos como es, por más de los miles y miles que te la quieren contar. ¿Porque en vez de Venezuela, hablamos sobre otros países en que los Estados expropian o estatizan empresas, o las rescatan? Estamos ante una industria que está en crisis, que le debe millones al aparato estatal; que genera ingresos en cantidades impensadas y cuenta con fábricas en varios países del mundo, y la que origina puestos de trabajo, es decir, verlo como una forma de soberanía alimentaria para avanzar en el desarrollo del sector agroalimentario, agropecuario y agroindustrial, ya que cumple un rol importante en la producción de alimentos y en la exportación de cereales -los granos y las harinas-.


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